Hoy en Germinal Libros, la librería donde trabaja Ire, se hizo al mediodía un brindis para despedir el año y me invitaron a participar. Allí, no pudiendo con mi genio, me compré los que serán los últimos libros adquiridos este año. Imposible: donde hay libros soy un peligro!
Sí, fue una compra bizarra, si se quiere, un Barthes, dos libros que recupero de mi infancia y un libro sobre vida y costumbres de la Edad Media, y me traje el tomito dedicado a las artes de la guerra.
Las pilas de libros no leídos aún me atacan, me acechan, intento no crearme culpa al respecto.
Intentaré volver a hacer comentarios más suculentos sobre los libros que voy leyendo, tanto aquí como en mi otra bloga, Apuntes desde la buhardilla.
Señorita Gabby, le dejo un caluroso saludo de año nuevo ;)
ResponderBorrarIgualmente para usted Señorita Pela!
ResponderBorrarTodo lo bueno para vos!
A los nueve años recuerdo haberle dicho a mi mejor amiga que si ella me veia distinta era porque leer El Corsario Negro me habia cambiado la vida. Siemprelos senti mucho a los libros pero ese es el primer recuerdo consciente de reconocer a las palabras como esas fuerzas devastadoras que nunca jamás te dejan indemne. Y que por eso amo. Gracias por el recuerdo.
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